Y juntos conformamos un equipo determinado a emprender un plan de salvataje concreto frente a la amenaza de la pesca de arrastre.
Desde entonces se alcanzaron importantísimos logros que fueron determinantes no solo para proteger y cuidar hábitats y especies claves de nuestro país, sino también para sentar las bases de cómo deberíamos seguir haciéndolo cada vez con más territorios.
Se impulsó la creación de los primeros Parques Nacionales Marinos en Argentina: Yaganes y Namuncurá Banco Burdwood II, áreas únicas de alta productividad biológica con hábitat y especies fundamentales y diversas. Se trabajó por visibilizar y resaltar la importancia de la Península Mitre, en Tierra del Fuego, la cual en 2022 finalmente se convirtió en Área Natural Protegida, logrando después de más de 30 años que el mayor punto de captura de carbono en Argentina, una pieza clave en la lucha contra la crisis climática, esté protegido por ley.
Se logró prohibir por ley la instalación de la industria de la salmonicultura en las aguas del canal Beagle en la provincia de Tierra del Fuego, convirtiendo a Argentina en el primer país del mundo en hacerlo.
Tenemos un pasado, una historia, un enorme camino recorrido que hace a nuestra experiencia y motivación actual que sigue intacta y que decidimos poner al servicio de nuevos proyectos y desafíos con la esperanza de seguir construyendo ese otro vinculo posible y necesario con la naturaleza.
Somos un grupo de personas unidas por el llamado a proteger nuestro Mar Argentino
Mi nombre es Juan Ignacio, soy estudiante avanzado de derecho, entrenador deportivo y un eterno enamorado del mar. Toda mi vida estuve acompañado de cerca por el Mar, muchos de mis momentos más felices fueran cerca de el o en el. Y en los no tan buenos siempre encontré contención contemplándolo.
Por esto en Sin Azul No Hay Verde puedo demostrar mi amor por el Mar cuidándolo y protegiéndolo de manera activa, a El y toda la vida que en el habita, a través de la elaboración y ejecución de proyectos tendientes al activismo ambiental.
Mi nombre es Diego, nací en la ciudad de La Plata. Al terminar mis estudios, me mudé al sur y estoy viviendo en la Patagonia hace más de 11 años. Formalmente, soy licenciado en Comunicación Social de la UNLP, esencialmente soy viajero, ambientalista y escritor.
Tuve la posibilidad, la suerte, y la determinación de irme de viaje por tiempo indeterminado y esto marcó mi vida. Recorrí de Argentina a México, ida y vuelta, por tierra; atravesando todos los países que están en el camino. Tiempo después de haber vuelto al país, encaré otra aventura personal. Esta vez, visité varios países de Europa y pasé por Emiratos Árabes hasta llegar a La India, donde permanecí un mes.
Recientemente, estuve casi medio año en Chile, recorriendo la Carretera Austral y la Patagonia vecina.
Viajar me conectó con todo eso por lo que hoy trabajo para proteger. Me ayudó a ver la esencia de las cosas, la importancia vital de la naturaleza, lo que verdaderamente importa, y me vinculó muy fuerte con la necesidad de poner mi trabajo al servicio de generar un cambio positivo para todos.
Mi nombre es Camila, soy Lic. en Comunicación Audiovisual y fotógrafa. Desde chica soy una amante del océano, me gusta nadar, navegar y pasar tiempo sumergida conociendo las especies que lo habitan.
Mi nombre es Lucía y soy Lic. en Comunicación Periodística. Crecí en la Patagonia Argentina, en Río Gallegos, Santa Cruz, lo cual tuvo una enorme influencia en mi relación con la naturaleza. Recorrer sus costas, subir sus montañas, conocer sus glaciares y sentir sus vientos hicieron que mi vínculo con lo natural sea muy estrecho y fundamental en mi día a día.
Cuando comencé a capacitarme en comunicación ambiental, entendí que lo que más me apasionaba era poder comunicar y concientizar sobre la belleza e importancia de los ambientes naturales de nuestro planeta y dar a conocer y denunciar las graves amenazas que los ponen en peligro. Mi principal objetivo hoy es poder poner todo esto al servicio de la defensa y protección que el océano urgentemente necesita.