Argentina firma el Tratado de Alta Mar: un gran paso para proteger nuestros océanos

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Hace poco más de un mes Argentina sumó su firma al Acuerdo sobre Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica Marina de las Zonas situadas Fuera de la Jurisdicción Nacional, conocido como BBNJ por sus siglas en inglés. Este tratado es un paso crucial para proteger la biodiversidad marina en alta mar, una zona que hasta ahora carecía de un marco de conservación internacional efectivo.

El Tratado BBNJ (Biodiversity Beyond National Jurisdiction) es un logro extraordinario para la conservación marina. Después de casi veinte años de discusiones bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), finalmente tenemos un acuerdo. ¿Sabías que las áreas fuera de la jurisdicción nacional cubren el 64% del océano global? ¡Es casi la mitad de nuestro planeta! Y, sorprendentemente, estas zonas son las más amenazadas y menos protegidas.

Uno de los aspectos más destacables del Tratado BBNJ es que permite la creación de Áreas Marinas Protegidas en alta mar. Esto significa que, cuando entre en vigor,  podremos proteger zonas críticas para la biodiversidad y ecosistemas vulnerables. Un ejemplo claro es el borde del Mar Argentino, en la zona del Agujero Azul, una región que enfrenta una intensa presión pesquera sin control alguno.

Gracias al tratado, este área podría tener la protección que necesita para mantener su salud ecológica. Las áreas protegidas son esenciales no solo para la conservación de las especies marinas, sino también para asegurar que los recursos marinos se utilicen de manera sostenible.

Lucha contra la pesca ilegal

La pesca ilegal, no reglamentada y no declarada es otro problema significativo que el Tratado BBNJ aborda con seriedad. Este tipo de pesca es una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina, y su impacto se siente especialmente en regiones sin una regulación adecuada. Con la implementación de reglas claras y sistemas de monitoreo, el tratado busca frenar la explotación descontrolada y proteger los recursos marinos que son patrimonio de todos.

Milko Schvartzman, del programa de Océanos del Círculo de Políticas Ambientales, destacó la importancia de este tratado para avanzar hacia una explotación más responsable de nuestros océanos.

Argentina se une a las 90 naciones que ya han firmado este tratado internacional. Para que entre en vigor, necesita ser ratificado por sesenta países. Una vez que esto ocurra, el tratado traerá beneficios significativos para la biodiversidad marina y para los países que dependen de ella. Su implementación efectiva asegurará la conectividad ecológica del océano, permitiendo el libre movimiento de especies y manteniendo los procesos naturales que sostienen la vida en la Tierra.

Más puntos importantes del Tratado

Otras cuestiones fundamentales que busca garantizar este tratado son: la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de los recursos genéticos marinos, el establecimiento de áreas marinas protegidas y otras herramientas de gestión, y asegurar la realización de evaluaciones de impacto ambiental con transparencia y participación pública.

Además, fomenta la cooperación y la creación de capacidades para la gestión de la biodiversidad marina, y establece los arreglos institucionales necesarios para su implementación efectiva.

¿Será esta vez diferente para el Mar o quedará solo en una firma?

La firma de este tratado es un gran avance para Argentina en la protección de nuestros océanos. No solo permitirá la creación de Áreas Marinas Protegidas y la regulación de la pesca ilegal, sino que también fortalecerá la cooperación internacional para conservar la biodiversidad marina. Con la implementación de este tratado, esperamos un futuro más sostenible para nuestros océanos y para las comunidades que dependen de ellos.

La salud de los mares es un reflejo de nuestra capacidad para unirnos y actuar en beneficio del bien común. El Tratado BBNJ nos recuerda que, aunque los desafíos son grandes, también lo son nuestras posibilidades de hacer una diferencia significativa como sociedad. Este acuerdo no solo es un hito en la protección marina, sino también una invitación a seguir trabajando por un planeta donde la vida marina y la humanidad puedan prosperar en armonía.