Gracias a sus particulares rasgos físicos, el Mar Argentino se destaca como uno de los ecosistemas marinos más ricos en biodiversidad a nivel mundial. En sus aguas habitan especies emblemáticas como las majestuosas ballenas, los simpáticos pingüinos, los delfines y los lobos marinos. También alberga una gran variedad de aves y peces de gran importancia tanto económica como ecológica, contribuyendo al equilibrio y la salud de los ecosistemas marinos.
Además de la diversidad faunística reconocida, el Mar Argentino es también hogar de numerosas especies menos visibilizadas. Entre ellas podemos mencionar a los tiburones, peces, crustáceos y otros invertebrados que desempeñan roles cruciales en el ecosistema marino. Este mural busca dar visibilidad a estas «bellezas ocultas» que a menudo pasan desapercibidas, fomentando un mayor conocimiento y apreciación de la biodiversidad del Mar Argentino.
Comprender mejor la variedad de especies y sus necesidades ecológicas es fundamental para tomar decisiones informadas y efectivas en la conservación de nuestros océanos. A través de la educación ambiental, buscamos promover la toma de acciones que aseguren la preservación del equilibrio natural del Mar Argentino. Entre estas acciones, la creación de Áreas Marinas Protegidas se destaca como una estrategia clave de conservación, garantizando que todos los componentes de un ecosistema puedan prosperar en un ambiente saludable y sostenible.
¿Qué busca mostrarnos este mural?
PEZ GALLO (Callorhinchus callorynchus)
El Pez Gallo (Callorhinchus callorynchus) es una especie singular del Mar Argentino, caracterizada por una apariencia llamativa por su hocico alargado y su coloración plateada con manchas. Este pez forma parte del grupo de las quimeras, peces que se consideran fósiles vivientes debido a su antigüedad evolutiva.
Junto con los tiburones y las rayas, pertenecen a la clase de los condrictios (peces con esqueleto de cartílago), pero se separaron de estos grupos hace aproximadamente 400 millones de años, desarrollando características únicas como el tenáculo, una estructura ubicada en su cabeza utilizada que se cree que es utilizada durante el apareamiento.
El Pez Gallo habita en el fondo marino y se alimenta de crustáceos, moluscos y otros invertebrados, contribuyendo al equilibrio del ecosistema marino. Sin embargo, su estado de conservación es preocupante debido a la presión pesquera. El Pez Gallo es la especie con más registros de pesca intencional en las flotas de arrastre del Mar Argentino, situación que afecta gravemente la conservación de la mayoría de los Condrictios.
Es esencial promover la educación ambiental y adoptar prácticas de pesca sostenible para proteger esta y otras especies vulnerables. La conservación de este animal no solo preserva una especie única y antigua, sino que también mantiene la salud y el equilibrio de los ecosistemas marinos del Mar Argentino, beneficiando a todas las especies que dependen de estos hábitats.
Mero Patagónico (Acanthistius patachonicus)
El Mero es un pez que habita las aguas frías del Atlántico sudoccidental, especialmente en la región de la Patagonia. Prefiere hábitats como los arrecifes rocosos y áreas costeras con fondos duros, donde encuentra refugio y alimento a profundidades entre 10 y 100 metros.
Este pez es un depredador importante que se alimenta de peces más pequeños e invertebrados marinos, ayudando a mantener el equilibrio de las poblaciones de sus presas. Además, sirve como presa para depredadores más grandes, como lobos marinos y tiburones, contribuyendo así a la cadena alimentaria.
Aunque el Mero Patagónico no está actualmente en peligro de extinción, enfrenta amenazas como la sobrepesca, que puede reducir significativamente su población, la destrucción de su hábitat debido a actividades humanas y la contaminación. El cambio climático también representa un riesgo, alterando su entorno y fuentes de alimento.
Para proteger a esta y otras especies, es crucial implementar prácticas de pesca sostenible y conservar su hábitat natural a través de la creación de Áreas Marinas Protegidas que resguarden sus zonas críticas de vida y reproducción. Conocer más sobre esta especie y sus necesidades nos ayuda a tomar decisiones informadas para mantener el equilibrio de los ecosistemas marinos.
CAZÓN (Galeorhinus galeus)
El Mar Argentino es un ecosistema particularmente diverso, rico en endemismos y con alta biomasa de algunas especies que ofrecen fuente de alimento a animales migratorios y predadores, como los tiburones. Nuestro Mar alberga más de 50 especies de tiburones, las cuales, al igual que los grandes predadores terrestres, desempeñan un papel crucial en mantener la salud y estabilidad de los ecosistemas marinos. Los tiburones ayudan a controlar las poblaciones de sus presas y asegurar la biodiversidad, contribuyendo significativamente al equilibrio y funcionamiento de estos ecosistemas.
A pesar de esto, son uno de los grupos de animales más amenazados del planeta debido a su particular vulnerabilidad a las amenazas humanas. Esta vulnerabilidad se debe a características de vida y desarrollo como la longevidad, la madurez sexual tardía (mayores de 5 años) y la baja fecundidad, es decir, tienen pocas crías por camada y estas se dan cada 1 a 3 años.
El Cazón (Galeorhinus galeus), también llamado “Tiburón Vitamínico” es uno de los tiburones más conocidos de Argentina. Esto se debe, en gran parte, a que es una de las principales especies capturadas por las pesquerías recreativas y como captura incidental en las pesquerías industriales (de palangre y arrastre). Esta creciente presión pesquera ha llevado a que el Cazón actualmente se encuentre catalogado como “EN PELIGRO CRÍTICO DE EXTINCIÓN” según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Para las especies bajo esta consideración, se recomiendan acciones urgentes de cuidado y un manejo pesquero que ayude a su recuperación.
RAYA MARMOLADA (Sympterygia bonapartii)
Las rayas del Mar Argentino son criaturas fascinantes y forman parte de la rica biodiversidad marina de la región. Entre ellas, la Raya Marmolada es especialmente interesante debido a su distintivo patrón de manchas y líneas en la piel que le dan su nombre. Este camuflaje natural le ayuda a esconderse de los depredadores y a cazar sus presas en el fondo marino.
Las rayas, también llamadas “chuchos” en ocasiones, están estrechamente relacionadas con los tiburones, ya que ambos, junto con las quimeras, pertenecen a la clase de los Condrictios (peces cartilaginosos). Esto significa que, en lugar de tener un esqueleto óseo como la mayoría de los peces, su esqueleto está hecho de cartílago, un material más flexible y ligero. Esta característica les da una gran agilidad y resistencia, tanto en la caza como en la defensa.
Su alimentación se basa principalmente en crustáceos, moluscos y pequeños peces que se encuentran en el fondo marino. De esta forma contribuye a mantener el equilibrio del ecosistema marino, ya que controla la población de sus presas y ayuda a mantener limpio el fondo marino. Este papel ecológico es fundamental para la salud del ecosistema marino del Mar Argentino.
A pesar de su importancia ecológica, las rayas enfrentan amenazas debido a la sobrepesca y la degradación de su hábitat. La conservación de esta especie es crucial, y la educación ambiental juega un papel vital al crear conciencia sobre la importancia de proteger las rayas y otros habitantes marinos. Promover prácticas de pesca sostenible y la creación de Áreas Marinas Protegidas son acciones esenciales para asegurar que esta y otras especies del Mar Argentino continúen prosperando.
PULPO COLORADO PATAGÓNICO (Enteroctopus megalocyathus)
El pulpo colorado patagónico (Enteroctopus megalocyathus) habita aguas frías de la Patagonia en Argentina. Es uno de los pulpos más grandes de la región, con una envergadura que puede superar los 1,5 metros y un peso de hasta 7 kg. Su color rojo o marrón le ayuda a camuflarse en los ambientes marinos rocosos y arenosos.
Este pulpo es muy inteligente y tiene comportamientos interesantes. Puede abrir conchas de moluscos y crustáceos, sus alimentos favoritos, y a veces usa herramientas para conseguir comida. Su dieta variada incluye muchos invertebrados marinos y algunos peces, lo que lo hace un cazador adaptable y hábil.Su dieta incluye una variedad de invertebrados marinos y ocasionalmente peces, lo que lo convierte en un depredador versátil y adaptable.
En cuanto a su reproducción, la hembra pone cientos de miles de huevos en lugares seguros como grietas y cavidades, y lamentablemente también en objetos que encuentra como cajones de pesca. Durante el tiempo de desarrollo de las crías, la madre permanecerá junto a los huevos hasta que eclosionen. Dedica todo su esfuerzo a proteger y oxigenar los huevos, lo que implica que no pueda salir a alimentarse, por este motivo morirá poco después de que las crías nazcan. Este sacrificio asegura que muchas crías sobrevivan, mostrando una estrategia de vida que requiere un cuidado maternal muy dedicado.